
Cuando ciertas situaciones de calor y frío extremo con fuerte exigencia física sólo son admisibles para organismos jóvenes y entrenados ¿qué puede hacer el ergónomo? ¿no se trata de una circunstancia excluyente y, en cierto modo, insostenible para la empresa? ¿cómo disponer de un capital de conocimiento y experiencia si sólo los más jóvenes -y por tanto más inexpertos- pueden realizar un trabajo?. Nuestro objetivo como ergónomos se ha centrado precisamente en hacer valer el conocimiento como factor de calidad y productividad, proponiendo a nuestro cliente cambios técnicos en utillaje, en organización y procedimientos, en formación de los operadores para ampliar la empleabilidad de los puestos, para hacer más sostenible esta actividad, para conciliar conocimiento con las mayores exigencia biomecánicas y de medioambiente de trabajo.
Nos sentimos orgullosos de habernos hecho entender: nuestro cliente desea ver cómo sus técnicos de mantenimiento pueden envejecer sin riesgo para su salud y procede a acometer mejoras profundas. Jacques Christol decía aquella boutade: a la ergonomía sólo le presta atención la gente inteligente..
No hay comentarios:
Publicar un comentario