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miércoles

La percepción del riesgo biomecánico

Pido disculpas a todos aquellos que lo que van a leer a continuación les parece una obviedad.
Es frecuente que, en los departamentos de prevención de riesgos laborales, se reduzca el "riesgo ergonómico" a todo aquello que puede provocar molestias o lesiones osteo-articulares, trastornos músculo-esqueléticos, daños dorsales. El principal objetivo del ergónomo es anticipar y ayudar a evitar dichos riesgos en los procesos de concepción y transformación; para abordar los más importantes no es necesario saber mucha ergonomía, basta con echar mano de las recomendaciones más elementales para la concepción de los puestos de trabajo, de ciertas normas, de algunas precauciones organizativas y tecnológicas.
Sin embargo, ¿es necesario formar e informar a los trabajadores en este tipo de riesgos? La pregunta tiene una respuesta obvia: sí. Pero, ¿qué tipo de formación e información es necesario impartir o transmitir, qué objetivos se deben perseguir, cómo evaluar los resultados de esta formación?. Normalmente estos conocimientos se "empaquetan" en cursos sobre manipulación manual de cargas, datos sobre riesgo postural...Creo sin embargo que no es fácil que los trabajadores establezcan con claridad la relación entre las formaciones genéricas, tipo manipulación de una caja ("con una leve inclinación de las rodillas, etc...") y su verdadero trabajo, con su utillaje, con sus exigencias y presiones temporales, en su entorno físico real.
Para formar en riesgo biomecánico es determinante que el formador sea un gran conocedor del trabajo que realizan las personas objeto de esta formación. Que se les indiquen los puntos críticos de su actividad, cómo ciertas posturas sin esfuerzo pueden ser dañinas, como ciertos esfuerzos que realizan no tienen porqué provocar lesiones. En definitiva, es necesario analizar el trabajo antes de formar, para adoptar criterios pedagógicos adaptados, ejemplos reales, conocimientos que directa o indirectamente tienen una fuerte relación con la fisiología de ese trabajo: por ejemplo, es infrecuente que en estas formaciones se aborde la relación entre trabajo muscular, actividad cardiaca y medioambiente térmico de trabajo...
En conclusión, sólo hay una posibilidad cierta de prevención individual del riesgo biomecánico si el trabajador percibe como propio ese riesgo y ese debe ser el objetivo prioritario de los conocimientos transmitidos. Una vez conseguido esto, se puede ayudar al operador a desarrollar estrategias defensivas o preventivas contra dicho riesgo. Esa es al menos la experiencia del equipo de ergónomos de Ergotec.

martes

¡Viva la fisiología del trabajo!

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Hoy estoy de suerte. Tengo que escribir un informe en el que los datos de partida son frecuencias cardiacas, informaciones sobre metabolismo, medioambiente térmico, informaciones sobre esfuerzos, newtons, kilogramos... No siempre es así: en los últimos años es como si todo mi trabajo girara en torno a la actividad mental, el diálogo hombre-máquina, las interacciones humanas en la organización, la usabilidad, el comportamiento humano al límite cognitivo...

Después de mucho tiempo vuelvo con placer al coste cardiaco, al comportamiento muscular, a la termorregulación, a las benditas kilocalorías.
Hubo un tiempo en el que, como estudiante de ergonomía en París, tuve que responder a una pregunta de Alain Wisner en el gran Amphitheatre del CNAM:
- Y usted, ¿qué es lo que estudió antes de venir aquí?
- Estudié sociología, profesor.
- No se preocupe, resolveremos eso aquí.
Boutade típica de Wisner que me tocó en lo más profundo: mientras las corrientes más vanguardistas de la ergonomía se dirigían hacia la sociología, la antropología, la teoría de la organización, quien escribe estas páginas pasó meses estudiando neurofisiología y biomecánica con profesores como Michel Millanvoye, un verdadero maestro...
Es maravilloso comprobar el milagro del cuerpo en situación de trabajo, cómo los diferentes componentes y sistemas (nervioso, circulatorio, digestivo, muscular...) que hacen funcionar al cuerpo tienen un comportamiento permanentemente imbricado, un sentido inapelable, una lógica biológica que se remonta tan lejos; cómo los datos fisiológicos, incluso los más primarios, permiten construir soluciones útiles, incluso elegantes.
Fue también Wisner quien dijo aquello de que "es tal la ignorancia que sobre las caracteristicas del ser humano se tiene en la industria que una aportación antropométrica, por pequeña que sea, tiene un enorme impacto sobre las condiciones de trabajo". Es verdad, maître...