Para ciertos ergónomos, el ejercicio de la ergonomía supone la aplicación de normas, reglas y conocimientos "empaquetados". Es una ergonomía sin metodología: no se trata de analizar las causas de un problema que puede ser abordado desde la ergonomía, sino de identificar los desvíos de la situación existente con respecto a las recomendaciones científico-técnicas del manual. No se persigue comprender el porqué de ese desvío, sino de recomendar un cierto ideal de concepción: no se considera el contexto, los antecedentes de una determinada decisión, los márgenes de maniobra disponibles para el cliente, la oportunidad o viabilidad económica de lo que se recomienda. Es una ergonomía sin ergónomo (éste, si existe, es un proveedor de informaciones, un mediador). Estos ergónomos no siempre van a realizar su trabajo sobre el terreno ("¿para qué?").
Yo creo, naturalmente, en una ergonomía con ergónomo, en la que es necesario comprender una situación y hacerlo en una secuencia lógica, de lo más general a lo más particular; se trata de formular hipótesis que deber validarse mediante las técnicas de investigación, formular diagnósticos y proponer especificaciones técnicas, organizativas y formativas que permitan corregir o concebir una situación de producción (o un producto) en la que está en juego la salud, la seguridad, la calidad, la eficacia.
A quienes les resulte nuevo este debate, recomiendo la siguiente wikicomparación , que no deja de ser una forma de entender la profesión desde dos ópticas bien distintas, ambas complementarias (confunden, a veces interesadamente, quienes dicen lo contrario...)

1 comentario:
Yo creo en las dos ergonomias, con y sin ergonomo... otro dia debatiremos mas, prometo decir algo en mi blog, si? Muy bueno el tema
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