Los procedimientos son uno de los soportes estructurales de la actividad de trabajo, lo que los ergónomos denominamos la "tarea prescrita". No es éste el lugar para abordar los límites de los distintos tipos de prescripciones, ni su relación con la verdadera actividad de los seres humanos en situación de trabajo, la "tarea real", aunque es necesario recordar que en la relación entre lo prescrito y lo real se juegan no pocas partidas teóricas y metodológica en ciencias humanas y sociales del trabajo.
Hablaré aquí del papel del ergónomo ante el procedimiento:desde tiempo inmemorial, el procedimiento ha sido "tolerado" por éste y colocado por debajo de los soportes informales (notas, esquemas, cuadernos, "chuletas") utilizados por los operadores experimentados: se venía a decir que los soportes técnicos para la operación (manuales, procedimientos) eran elementos de control -y de castigo en ciertos casos-, que describían un ideal de funcionamiento imposible de alcanzar, ilusorio en muchos casos (como bien refleja la "huelga de celo", la expresión de esta imposible ilusión que conlleva el colapso del sistema).
Sin embargo, mi experiencia en los últimos años demuestra que un procedimiento puede ser extremadamente útil y tranquilizador para la operación y los operadores: puede ser un soporte para la adquisición de conocimiento, una guía para ciertas operaciones críticas, aportar elementos de coordinación de actividades entre miembros del equipo, ser una ayuda para el aprendizaje ante nuevas herramientas o tecnologías. Desgraciadamente los procedimientos, incluso los mejores, no son utilizables: no están adaptados a las verdaderas condiciones en las que deben ser utilizados: ¿cómo intervenir urgentemente en una instalación a la intemperie, de noche y con lluvia con un voluminoso manual mal traducido del inglés en Arial de 10 puntos? En otros casos no están actualizados o son incomprensibles: no es frecuente que quien redacta un procedimiento tenga la capacidad para estructurar de forma pedagógica, simplificar, sintetizar, que sea capaz de integrar en su preparación formal y de contenido las condiciones en las que se utilizará su procedimiento.
Hablaré aquí del papel del ergónomo ante el procedimiento:desde tiempo inmemorial, el procedimiento ha sido "tolerado" por éste y colocado por debajo de los soportes informales (notas, esquemas, cuadernos, "chuletas") utilizados por los operadores experimentados: se venía a decir que los soportes técnicos para la operación (manuales, procedimientos) eran elementos de control -y de castigo en ciertos casos-, que describían un ideal de funcionamiento imposible de alcanzar, ilusorio en muchos casos (como bien refleja la "huelga de celo", la expresión de esta imposible ilusión que conlleva el colapso del sistema).
Sin embargo, mi experiencia en los últimos años demuestra que un procedimiento puede ser extremadamente útil y tranquilizador para la operación y los operadores: puede ser un soporte para la adquisición de conocimiento, una guía para ciertas operaciones críticas, aportar elementos de coordinación de actividades entre miembros del equipo, ser una ayuda para el aprendizaje ante nuevas herramientas o tecnologías. Desgraciadamente los procedimientos, incluso los mejores, no son utilizables: no están adaptados a las verdaderas condiciones en las que deben ser utilizados: ¿cómo intervenir urgentemente en una instalación a la intemperie, de noche y con lluvia con un voluminoso manual mal traducido del inglés en Arial de 10 puntos? En otros casos no están actualizados o son incomprensibles: no es frecuente que quien redacta un procedimiento tenga la capacidad para estructurar de forma pedagógica, simplificar, sintetizar, que sea capaz de integrar en su preparación formal y de contenido las condiciones en las que se utilizará su procedimiento.
Procedimiento desarrollado para Repsol YPF por Ergotec
Desarrollar un procedimiento es en sí un proyecto complejo, bien descrito por Jacques Leplat en muchos de sus trabajos. Quiero terminar con algunas preguntas que debe formularse el redactor de un procedimiento, lógicamente también el ergónomo: ¿qué longitud debe tener?, ¿cómo se presentará y estructurará la información? ¿quién, cómo y dónde lo utilizará? ¿qué nivel de obligatoriedad tendrá cada componente? ¿qué mecanismos de revisión y validación tendrá el procedimiento? ¿cómo se accederá al procedimiento y en qué condiciones se aplicará? Y sobre todo, ¿cómo asegurar que los operadores confíen en el procedimiento? Son preguntas claves que no se suelen formular ni tan siquiera cuando de la calidad de un procedimiento depende la vida de la personas y la seguridad de una instalación industrial.
2 comentarios:
Para quienes quieran leer algo acerca de los desvios a los procedimientos, las violaciones, en su relacion con la seguridad, pueden visitar el blog del foro de CRMyFFHH en la aviacion, en el que hemos sitnetizado el debate sobre el tema (que no esta cerrado, claro!)
El estudio de las violaciones es en cierta forma el estudio de los limites de la prescripcion normativa, y de los sintomas de su inadecuacion a la realidad de la situacion de trabajo.
Gracias por tu blog, Jesus!
El enlace al foro de CRMyFFHH en la aviacion es este:
http://crmyffhh-en-la-aviacion.blogspot.com/2007/08/debate-la-gestin-de-las-violaciones-de.html
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